Actitud ante las diferentes vicisitudes de la vida


“Actitud ante las diferentes vicisitudes de la vida”: donde intento desarrollar aquellas situaciones conflictivas más comunes que vamos a encontrar en la interrelación social del día a día.


“Aprende de lo que te ha hecho daño y recuerda lo que te ha causado felicidad, pues ambas cosas volverán a suceder.” 

“Que la mediocridad y la hipocresía no haga mella en ti, porque todo eso pasará. La fama también pasará, y de igual manera, pasará lo negativo. Todo pasará. Sólo el buen hacer quedará escrito por siempre en las estrellas. Actúa de manera que tu corazón se sienta satisfecho por tu buen hacer.”

Todos tenemos en algún momento un mal día, unas horas bajas, una enfermedad que nos impide hacer lo que deseamos… pero de igual forma que tenemos estos inconvenientes, también tenemos días más alegres, éxito en alguna empresa o proyecto, momentos llenos de vitalidad…

Todo eso pasará, lo malo y lo bueno. Cuando estemos abrumados por alguna de las primeras circunstancias mencionadas, deberemos recordar que tiene fecha de caducidad y que por lo tanto, llegará un momento en que será distinto y pasaremos a la segunda circunstancia, donde las cosas nos irán mucho mejor.

Esto no significa que debamos conformarnos con las situaciones que no nos gusta o no nos benefician, sino que tenemos que superarlas aprendiendo a sobrevivir, porque todo se acaba, incluso lo malo, y después vendrán tiempos mejores.

La rabia, el ímpetu, la fuerza bruta, no siempre es la mejor manera de afrontar una situación perniciosa, a veces es mejor hacer como la hierba, que se inclina a favor del fuerte viento para no ser arrancada del suelo y así poder sobrevivir hasta que pase el temporal. Por el contrario, no siempre el árbol más robusto y arraigado en la tierra es capaz de soportar los embates de las fuertes ráfagas del viento huracanado, pues éste es capaz de romper en pedazos el mayor de los troncos, o de arrancar de cuajo al árbol con las mayores raíces.

No siempre podremos enfrentarnos en las mismas condiciones, por lo que, de sabios es dejarse llevar por la fuerza del viento hasta que éste amaine, o seguir la corriente del río, ya que, si nadásemos a contracorriente, nos cansaríamos antes de alcanzar la orilla y moriríamos ahogados. Lo inteligente es dejarse llevar por la corriente, hasta que ésta nos aproxime a la orilla.

Cada cual que tome el consejo que mejor vaya con su situación y carácter.

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“Ser tolerante significa respetar otras opiniones, no tener que soportar el abuso de los demás contigo.”

Tú tienes tu propia opinión, como los demás tienen la suya. Puede que tu opinión sea compartida por los demás, o puede que no, pero, la tolerancia y el respeto hacia los demás, se basa en aceptar que otros pueden tener una opinión diferente a la nuestra. Nadie tiene derecho a obligar a otra persona a opinar de forma diferente a su manera de pensar.

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“Si únicamente vives para complacer a los demás, nunca vivirás con satisfacción tu propia vida.”

Hay quien, ante el temor de verse despreciado por los demás, opta por permitir que aquellos a los que desea agradar, le utilicen como objeto de diversión, permitiendo abusos y siendo el blanco de sus bromas. No permitas que nadie te robe tu propia identidad, mostrándote como no eres en realidad. Si no actúas tal como eres, nunca serás feliz. Quien no te acepte tal como eres, no te conviene.

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“Cuando recibas una injuria, espera 24 horas en responder, después es muy probable que ya no valga la pena hacerlo.” 

Cuando se recibe algún tipo de injuria, agravio o insulto, se tiende a responder de inmediato, sin reflexionar la respuesta, consiguiendo con ello estar al mismo nivel del insultante o injuriante. Lo inteligente y práctico, es demostrar poseer un nivel más elevado y, para ello, no hay nada mejor que reflexionar al respecto, tomándonos un tiempo en dar la correspondiente respuesta. Pero, si esperamos tan sólo 24 horas en responder, seguramente que ya no nos valdrá la pena hacerlo.

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“Cuando las acciones ajenas condicionen tu actuación, revisa que estás haciendo mal.” 

Las opiniones y acciones ajenas deben servir para ser contrastadas con las nuestras, y en caso de estar en el error, rectificar, pero nunca para seguirlas sin más, pues en ese caso se pierde el criterio personal.

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“¡No desesperes! Confía hasta el último instante, pues la vida puede cambiar completamente en un segundo.” 

“Posiblemente no llegues a superar todos los embates de la vida, pero actúa convencido de que vas a lograr conseguirlo.” 

Hay situaciones en la vida en que creemos que ya no hay solución a nuestros problemas y “tiramos la toalla”. La propia vida nos enseña como nunca hay que perder la fe, la confianza. Si nosotros no confiamos en nosotros mismos ¿quién lo hará? Podemos perder la batalla, pero no debemos rendirnos mientras exista una esperanza. Sólo la fe y la plena confianza en nosotros mismos, puede conseguir lo imposible.

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“Todos saben criticar y menospreciar a los demás, pero muy pocos saben reconocer sus propios errores.” 

Solemos ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Antes de criticar a otro, hagamos el ejercicio de ponernos en su lugar, seguramente que cambiará la opinión que teníamos de aquél.

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“Tienes la obligación de hacer todo lo que esté en tu mano para cambiar todo lo negativo del mundo, por eso debes empezar por cambiar tu forma de verlo.” 

Se suele decir que, hay que cambiar el mundo, pero en realidad no es el mundo el que tiene que ser cambiado, pues eso no es posible, sino que tenemos que ser cada uno de nosotros los que cambiemos nuestra forma de verlo y la manera de actuar. Cuando todos y cada uno de nosotros hayamos cambiado nuestra manera de verlo y actuar, coincidiendo en nuestras acciones, el mundo habrá cambiado.

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Extracto del libro: "Cuando la Consciencia habla"


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