miércoles, 9 de agosto de 2017

¡Jesús ha regresado!

 

Jesús el Nazareno, el galileo, el denunciante de los abusos de los sacerdotes del Templo de Jerusalén, de la corrupción de los gobernantes y poderosos, el que estaba al lado de los débiles, el de los milagros imposibles. Él, ha vuelto.
Ha regresado, y lo ha hecho tal como es su costumbre: denunciando a los corruptos, a los “hipócritas fariseos”, a la podredumbre de los sacerdotes del templo de la opulencia, a los políticos corruptos, a la casta insolidaria, a los avaros, mentirosos y manipuladores, a los autoproclamados “Ministros de Dios”, a los medios manipulados y manipuladores, a los ciegos y sordos de espíritu, a los egoístas, a los apropiadores de lo ajeno, a los jueces que no imparten justicia, a ti, que no haces nada por cambiar la situación ni deseas saber nada de lo que les aflige a tus hermanos.
Paradójicamente, todos aquellos que se dan golpes de constricción en el pecho, que acuden a diario a las iglesias, que presumen de ser piadosos, de estar del lado de Jesús el Cristo; son los peores. O como dice la máxima: “A Dios rogando y con el mazo dando…”
Casi nadie se ha dado cuenta de que Jesús ya está entre nosotros. Y es debido a que no sale en la televisión, en los “Mass media” destinados a “idiotizar” a la plebe.
Ha vuelto, y se ha encontrado con un verdadero infierno; un averno de cristal, un lugar creado por la misma humanidad que presume de ser inteligente, estar avanzados social y tecnológicamente, pero que se comporta como necios ignorantes. Que se engaña a sí misma, y que cierra los ojos y se tapa los oídos para no ver las injusticias y no escuchar los llantos de sus propios hermanos que mueren de hambre, de sed, de frío, de enfermedades hoy día totalmente curables con una simple vacuna de apenas unos céntimos de coste. Que hace la guerra a los más débiles, y confunde el amor con la concupiscencia y la lujuria. Una sociedad que no puede atender las necesidades de los más desfavorecidos… por una sencilla razón: ¡están de vacaciones!
Y lo peor de todo es que casi nadie se ha dado cuenta de que Jesús está aquí. Y a los pocos que actúan con CONSCIENCIA, se les etiqueta con adjetivos calificativos despectivos, como si intentar solucionar la actual situación fuese cosa imposible, de locos, de ilusos.
Y como no quiero que nadie diga que no sabe dónde está Jesús, o cómo encontrarlo, les voy a dar algunas pistas:
Jesús está en aquellos hombres y mujeres que luchan a diario por conseguir un mundo en el que reine la justicia de verdad, no las leyes impuestas por los poderes fácticos. Está también en las actitudes solidarias, en la clemencia, en el perdón, en el consuelo, en el acogimiento, en el trato amable y amoroso con todos los animales… Pero, sobre todo, está en ti y en mí; en todos y cada uno de los seres humanos que abogan por la Paz, la Justicia y la Solidaridad.
No sigas ocultando al Jesús que llevas dentro, déjalo salir. Te hará mucho bien a ti y a todos los que te rodean.
 José Luis Giménez

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